sábado, 3 de diciembre de 2016

MI PARTICULAR VISION SOBRE LA VISION QUE OFRECE LA PELICULA "1898. LOS ULTIMOS DE FILIPINAS". Una obra de ficción basada en hechos reales.

Mi particular visión que me produce la visión que ofrece la película “1898. Los Últimos de Filipinas”;
una obra de ficción basada en hechos reales.




Despues de verla por segunda vez, un resúmen muy resumido:
Muy buena interpretación, bien ambientada, buena fotografía. De lo mejorcito que se hizo en cine en España
Seguro que obtendrá reconocimientos y galardones.
En cuanto a cómo se ha enfocado el hecho histórico, me ratifico en mis opiniones iniciales, que básicamente es de una buena decepción, al huir, al escapar la película de los hechos reales y mezclar mucha dosis de ficción que desvirtúan los mismos, sin centrar en exceso al público sobre el asunto; desperdiciando así una buena ocasión.


Mantengo por lo tanto lo manifestado hace una semana, fruto todo ello de esa gran decepción que me ha producido la película.....










Si. Le doy este título al presente comentario sobre mi particular visión que me produce la visión ofrecida por la película “1898. Los Últimos de Filipinas” sobre los hechos reales e históricos del asedio de Baler, término que dicho sea de paso, todo el mundo parece querer renegar de él, a pesar de ser cierto y verídico; cuya expresión no deja la menor duda de lo que realmente ocurrió en el pueblo de Baler, sin sucedáneos ni aditamentos que pueden llevar a confusión al gran público.

Es por lo tanto lo que aquí escribo mi particular visión, mi primera particular visión sobre lo que he percibido con la película, (la semana próxima la veré de nuevo), con lo cual para nada tiene por qué coincidir con el propósito que pueda perseguirse con la emisión de tal film que se ampara en hechos ficticios entremezclándolos con otros reales (la mayor parte de ellos).

Parto pues, y lo reconozco, que se trata de una película que la misma se presenta al público como antibelicista que curiosamente trata sobre hechos bélicos en una situación extrema, con altas dosis de emociones, tanto desde el punto de vista individual como colectivo y sobre todo desde el punto de vista humano que necesariamente se vivió dentro de la iglesia de Baler.

En ese reconocimiento también está el hecho de ser un proyecto arriesgado, un intento ciertamente arriesgado. Algo así como realizar un curso o clases de cocina e intentar no quemarse o no mancharse en algún momento del proceso; …., programar una edición sobre sexo y omitir hablar del coito o de las partes erógenas del ser humano… o dar un buen curso acelerado de matemáticas y no tratar de trigonometría por aquello de que el concepto de seno y coseno es un rollo y ya no digamos la tangente porque lo del ángulo recto ya ni procede….Es decir: el mensaje inicial sobre la cuestión principal es: sí, pero no… …; no, pero sí….

Quisiera resaltar que mi relación con los hechos conocidos popularmente como “Los Últimos de Filipinas” se remontan a hace ya unos cuantos años cuanto tomo conocimiento de la existencia de un vecino del municipio coruñés de Culleredo, fuera uno de los 33 supervivientes de aquel acontecimiento histórico que había vivido en el más absoluto anonimato, todo ello gracias a una entrevista que le realizaban a tres de los cuatro hijos que tuvo José Martínez Souto, que así era su nombre.

Entrevista realizada a tres de los hijos de José Martínez Souto
 que me llevo a explorar sobre su biografia.


Fotografía de José Martínez Souto
natural de Alemiras (Culleredo-A Coruña)




Me pareció tan excitante e interesante el personaje y a la vez tan lamentable el silencio de su existencia para conocimiento general del público que guardé aquella noticia hasta encontrar un hueco y dedicarle el tiempo necesario para investigar mínimamente la biografía de este hombre en su estancia en Filipinas y en el Asedio de Baler.

Fue así como después de un trabajo de dos años y con la inestimable colaboración de su hijo Emilio y su nieta Loli, encontré el apoyo necesario para ponerme a ello. Fruto de ese trabajo fue la publicación del libro  El Ultimo de Filipinas de Almeiras (Culleredo - A Coruña), José Martínez Souto. Un héroe en Baler publicado en diciembre de 2013 en el no sólo se recopila la biografía como soldado en el Asedio de Baler, sino que además se hace un recorrido de su experiencia que adoptó en el campo de batalla en la División Lachambre (la mayor operación militar desplegada por el ejército español en la guerra hispano-filipina a principios de 1897), así como los pormenores en cómo empezó el conflicto en las Islas Filipinas y su desarrollo y término con la firma de Pacto de Biak-na-Bató en diciembre de 1897. Circunstancias estas esenciales para entender y centrarse en los motivos, bajo mi modesta opinión, en cómo se desarrollan posteriormente todos los pormenores que ofreció el asedio en Baler y que les llevó a la resistencia ante los enemigos por espacio de 337 días dentro de la iglesia.


Pues bien, todo parece indicar que gracias a aquella primera película  titulada “Los Ultimos de Filipinas” persiste aún hoy en día en la memoria del gran público aquellos hechos, aunque sea de forma somera. Por eso es y seguirá siendo una buena noticia que aparezca una nueva película que trate aquellos sucesos, máxime con la pompa y la publicidad que ofrece sobre la cuestión la mismísima TVE, aportando un gran elenco de protagonistas que conforman hoy en día el panorama del cine español y con un presupuesto para la obra realmente importante.

Así en un primer momento la idea no parece mala. Estamos ante un evento que va a tratar sobre Los Ultimos de Filipinas, lo que parece alentador para que el gran público pueda tener acceso a hechos reales acaecidos no hace mucho tiempo aunque parezcan remotos. En resúmen, una película sobre hechos históricos en un ambiente bélico, de una guerra, que independientemente de los tintes añadidos y ficticios que se le quieran incorporar, trata sobre hechos reales, por lo que la mezcla  de ambos ingredientes, realidad y ficción pueden resultar hasta cierto punto incongruentes o impropios si de lo que se trata es recordar un hecho histórico. 

Cabe precisar que la película se presenta como antibelicista, así se hace saber al menos a la espectante audiencia de televisión, periódicos, revistas y otros medios que se hacen eco del evento. El aviso es por activa y por pasiva, por lo que cabe pensar, incluso, que se nos presenta una película con tintes dramáticos de tal modo que no sería descabellado pensar en soltar alguna lagrimita y todo....

Con inusitada publicidad previa por medio y múltiples intervenciones de buena parte de los protagonistas, actores, producción, dirección, medios de comunicación, etc…,  sobre el gran evento del film que se nos va a ofrecer, se entremezclan ya serias advertencias, inequívocas, para centrar al personal y no sufrir desengaños posteriores. Entiendo. 

Así es como van los tiros. Todo una bomba. Uno que a veces hasta tiene cierta imaginación, particularmente me resulta interesante saber qué es lo que va ofrecer una película antibelicista sobre una guerra real, que no sea centrarse en el el aspecto humano de aquella vivencia. Para ello, lo confieso, estuve visionando previamente varios vídeos de Gila sobre la guerra. Luego, en vísperas del estreno leo en una entrevista a uno de los protagonistas que trata literalmente de “tarados” a los soldados que allí estuvieron en el asedio.

No, no sean mal pensados. No se refería a los soldados de la ficción, se refería a los reales, a los que protagonizaron el Asedio de Baler. Entonces me vino a la cabeza algún vídeo de Gila y pensé yo: “Ajajaa!!!  Un resúmen perfecto del por qué la Historia en este país es vista como una historia”.

Así llega el viernes día 2 de diciembre de 2016 y me propongo ir a una sala y elijo un cine céntrico de una de las ciudades más importantes de Galicia y acudo a la primera sesión, a las 18:30 horas, una hora perfecta para no sufrir aglomeraciones. Les puedo asegurar que lo conseguí. Eramos cuatro en la sala. Si. Ni tres ni cinco. Cuatro. Tres y yo. Ambiente relajado pues y ahora a visionar 138 minutos de “1898. Los Ultimos de Filipinas”.

Bien pues pasan esos 138 minutos y pasa casi todo el día siguiente y me presto tranquilamente a resumir mi visión de la susodicha película, que sucintamente resumo en los siguientes apartados.

1.- Película de ficción bélica que mezcla hechos históricos con otros que nada tuvieron que ver con los mismos. Advertencia previa realizada antes del estreno como en la propia emisión de la película, de todo lo cual es de agradecer sinceramente.

2.- A resultas de lo anterior poco o nada puede pedírsele a la película para que esta lleve un mensaje claro al espectador sobre los hechos reales que acontecieron en el Asedio de Baler. 

3.- Fruto de ello, desde el punto de vista real e histórico de los hechos, poco o nada puede añadir al conocimiento general del público de lo que realmente allí ocurrió. Más bien puede producir confusión, aunque para ello es necesario tener datos contradictorios, es decir saber lo que realmente ocurrió allí y antes del asedio en el conflicto hispano-filipino, porque de lo contrario lo que se genera es desinformación, y si no indiferencia, lo cual no sé que es mejor

4.- La película omite soberanamente que cuando llegan a Baler la guerra hispano-filipina había concluido hacía dos meses y que por lo tanto era un tiempo de paz y que buena parte de los soldados españoles en febrero de 1898 comenzaban a embarcar rumbo a España.
La impresión que he percibido sobre esta importante cuestión es algo así como que aquellos hombres cuando llegan a Baler lo hacen de tal forma casi como si cayeran de un guindo o algo así, sin que se sepa muy bien en qué contexto, el por qué y en qué condiciones llegaron.

5.- Al salir del barco nos presentan a los soldados como un atajo de inútiles que no sabían ni siquiera hacer instrucción.
La realidad sin embargo es bien distinta.  Sin ir más lejos José Martínez Souto venía de combatir desde el inicio de la guerra en 1896 y participar en toda la contienda, siendo uno de los que ya sufriera el ataque al Destacamento del Teniente Mota en octubre de 1897.

6.- Con el tratamiento dado al asunto todo parece indicar que el asedio ya se produce nada más llegar a Baler, aligerando de una forma pasmosa, rozando la omisión, hechos tan importantes y esenciales para entender todo el proceso.
Se omite en una película de 138 minutos hechos tan importantes como que Filipinas aún era una colonia de España cuando llegan a Baler y en un período de paz; no reflejando adecuadamente las dificultades que tuvieron para comprender la realidad de los hechos que eran totalmente opuestos a la situación que dejaron cuando partieron de Manila. El papel que adopta EEUU en todo el proceso no tenía sentido alguno bajo la perspectiva de aquellos hombres.

Ante tales omisiones y la falta de información al público en general, tampoco es de extrañar que aún hoy en día se publiquen o se hagan preguntas en publicaciones varias que pululan por estos mundos, que si aquellos hombres eran locos o héroes. Es decir aún hay personas, muchas que tienen dudas, lo cual es estremecedor, por definirlo de alguna forma.
Parece que se quiere obviar algo importante. Que eran personas. Seres humanos, y que sí, que estaban locos. Todos locos por vivir. Estaban todos tan locos que incluso cuando llegaron a España buena parte de ellos formaron familias y prosiguieron sus actividades con total normalidad dentro del panorama que les ofrecía el trasvase al siglo XX.

Sin embargo en la película se trata de una forma lógica y coherente, minutos para centrar al público qué era aquella rara enfermedad que los invadía y aniquilaba dentro de la iglesia, lo cual es de agradecer.
Se consigue así que el público no piense que morían porque sí.

7.- El papel que los religiosos tuvieron en el asedio se ve relegado a uno en la película que se dedica básicamente a fumar opio.
Sinceramente nada que opinar. Simplemente desconocía el dato. Si es de ficción la verdad es que lo han bordado.

8.- Así es también como el papel de los soldados se ve resumido en uno ficticio de uno de los protagonistas de la película, anulando por completo la esencia de aquel grupo tan heterogéneo pero único a la vez.

Se consigue de forma magistral obviar el verdadero protagonismo que sobre la realidad de los hechos tuvieron oportunidad de demostrar en múltiples ocasiones los soldados. Lo demostraron en distintas ocasiones y facetas de mucho calado que cada cual pudo y supo de la mejor forma posible desempeñar.
Es decir, seguimos en la línea habitual. No se puede hacer mejor crítica al abandono al que fueron sometidos en la realidad los soldados como lo hace la propia película que los deja al más absoluto abandono e indiferencia. La película en este aspecto es que lo borda.
Los obvia tanto que se considera necesario inventar el personaje de un soldado desviando absolutamente la atención sobre el núcleo central de la cuestión de Los Ultimos de Filipinas.
Es decir, la película si acaso borda mismamente la indiferencia que del sistema padecieron estos hombres. Es decir indiferencia en la realidad e indiferencia en la ficción, con lo cual cabe concluir que no es tal ficción sino realidad, o la realidad hecha ficción.
(No sé si me he liado o si se me comprende)

9.- Ciertamente impresionante a mi parecer es uno de los “momentos tensos” que se viven en los diálogos de la película cuando en alguna de las escenas se centra ese diálogo en verter críticas al gobierno español sobre el destino de los veinte millones de dólares que obtiene por la venta de Filipinas…., en un alarde como si los verdaderos protagonistas estuviesen en fase parlamentaria discutiendo poco menos que los Presupuestos Generales del Estado….., trasladándonos mismamente a la actualidad de la sociedad de la información en la que estamos inmersos hoy en día.

10.- Me llama poderosamente la atención, (de forma inexplicable ya a estas alturas del relato) que no exista dedicado ni un instante en la película a los nombres de las personas reales que conformaron los hechos y el núcleo central de la película a excepción del teniente Martín Cerezo, lo que corrobora la importancia que se le presta a los protagonistas de esta historia, los cuales parece que están destinados, indudablemente, a ser además de los olvidados, los obviados.

Bien, pues hasta aquí mis primeras impresiones que quedarán culminadas para no dedicarle mucho más tiempo a esta cuestión, la próxima semana en que volveré a visionarla y dar mi segunda opinión después de revisionar la visión que ofrece el relato de la película “1898. Los Últimos de Filipinas”, sobre los verdaderos Ultimos de Filipinas que no son otros que los Héroes de Baler y que en una primera aproximación resumo así.

Con la película “1898. Los Últimos de Filipinas” se corrobora una vez más que los Héroes de Baler conocidos popularmente como Los Ultimos de Filipinas, los verdaderos protagonistas de la historia de este episodio histórico, seguirán siendo los grandes olvidados y desconocidos para el gran público.

No se podrá asegurar que con la emisión de esta película de ficción se pueda establecer un relato lo suficientemente atractivo para que el gran público la pueda considerar con su asistencia a las salas como un gran film, ni mucho menos que pueda contribuir en exceso al conocimiento de los hechos reales.

En principio se queda en un querer si, pero poco. Una película que me induce a pensar que cumple perfectamente con una de las frases magistrales del gran Cantinflas, la cual sería:
La película 1898 Los Ultimos de Filipinas trata la historia de los mismos “así como quien no quiere la cosa pero queriéndola al mismo tiempo”.

Por lo demás todo perfecto.

Continuará la próxima semana….,   Si bien quiero advertir como Groucho, estos son mis principios sobre la visión inicial de la película que si no le gustan, tengo otros….













ENLACES QUE LE PUEDEN INTERESAR SOBRE EL ASUNTO:

Datos sobre el libro "EL ULTIMO DE FILIPINAS DE ALMEIRAS (CULLEREDO - A CORUÑA), JOSE MARTINEZ SOUTO, UN HEROE EN BALER


La noticia que convenció al Teniente MARTIN CEREZO sobre la veracidad de las noticias de los periódicos...


Museo de Baler




Esta narración corresponde a la primera edición del libro, que lleva por título "El último de filipinas de Almeiras. José Martínez Souto. Un héroe en Baler".


Video narración de las primeras páginas del Libro EL ULTIMO DE FILIPINAS DE ALMEIRAS (CULLEREDO ACORUÑA) JOSE MARTINEZ SOUTO UN HEROE EN BALER




Mini video sobre el Asedio de Baler






Mini video sobre la División Lachambre, en la mayor operación del ejército español en la guerra hispano-filipina.